
Un hotel sin niños en la Costa Brava, Girona, es una garantía de descubrir el Empordà, disfrutando del relax, la atención dedicada y pensada para el disfrute del cliente, un ambiente de calma y una total desconexión. Sabemos que los más pequeños de la casa son una alegría en las familias, pero, de vez en cuando, es necesario desconectar y disfrutar de la más absoluta tranquilidad en un ambiente romántico.